Las estanterías generalmente están fabricadas en materiales metálicos, por este motivo con el pasar de los años suelen acumular suciedad y humedad lo que causa que estas estructuras se oxiden, representando un peligro inminente y llevando a que deban ser sustituidas con el tiempo.
Este tipo de inconveniente con estanterías puede llegar a su fin, adquiriendo una inoxidable, la cual promete muchos años de vida útil, siendo mucho más rentable en cuanto a durabilidad y sustentabilidad.
¿Dónde se pueden usar las estanterías inoxidables?
Los problemas ya mencionados de humedad y óxido se presentan principalmente en comercios dedicados a la venta de alimentos, ya que, estos producen humedad que afectan a largo plazo la estructura de la estantería.
Por ello la mejor opción tanto para supermercados como para tiendas de alimentos es adquirir este tipo de estanterías, en especial si lo que buscan es durabilidad, además se trata de estanterías compactas que se pueden adaptar según las necesidades del usuario a cualquier espacio.
Tipos de estantería inoxidables
Según el material usado y hasta la forma, las estanterías inoxidables se pueden clasificar de la siguiente manera:
Acero inoxidable liso
Este tipo de estantería puede usarse para exhibición o para almacenamiento, puede componerse de varios niveles y cada uno de ellos cuenta con una lámina lisa de gran resistencia.
Acero inoxidable perforado
Estas tienen usos más específicos, adquiridas generalmente por grandes cadenas de supermercados, puesto que las perforaciones evitan que se acumulen grandes cantidades de suciedad y residuos de alimentos.
Polipropileno de uso alimentario
Este tipo de estantería es ideal para colocar alimentos frescos como verduras, hortalizas y vegetales. Se fabrican en este material para evitar cualquier tipo de inconveniente a nivel sanitario, algo importante porque el estante estará en constante contacto con este tipo de alimentos.