Las estanterías para historial clínico se fabrican en láminas de acero con recubrimiento electrostático, para que puedan soportar sin sufrir ningún tipo de deformaciones el peso de los historiales clínicos que deben almacenar. Ofrecen una superficie lisa que cuenta con un tratamiento antióxido, además no poseen aristas o elementos que pueden dañar la documentación o producir cortaduras al personal que las manipula.
Están diseñadas para ofrecer protección contra el polvo y la suciedad a los historiales clínicos que en ellas se archivan, por ello están elevadas algunos centímetros del suelo y son cerradas en las partes laterales y la parte superior. Sus entrepaños son regulables, es decir, se pueden colocar a diferentes alturas para permitir que se puedan guardar diferentes tamaños de contenedores.
La balda más alta de las estanterías para historial clínico se ubica aproximadamente a una altura de 1,90m del suelo, esto permite que sea accesible para cualquier persona de estatura normal. Este diseño permite que no se tengan que utilizar escaleras u otro tipo de accesorio para guardar u ubicar un historial clínico en la estantería.
El tamaño de las baldas en cuanto a profundidad permite que los documentos archivados y las carpetas o contenedores se ubiquen cómodamente sin que sobresalgan de las baldas. Entre las baldas se recomienda dejar una holgura de 3cm o más entre la línea de coronación de los expedientes y la balda que se ubica en la parte superior.
Es posible encontrar en el mercado actual estanterías para historial clínico de diversas longitudes, no obstante, se recomienda que la longitud máxima sea de 1,1m.