Las estanterías sin tornillos suelen ser fabricadas en acero, son muy resistentes y tienen un diseño adecuado al almacenaje manual, de preferencia para cargas ligeras y medias. Son versátiles con una configuración amplia. Tienen la ventaja que combinan con cualquier tipo de almacén, por sus acabados que aceptan pintura o un proceso de pre galvanizado.
Las estanterías sin ni un solo tornillo, ni soldaduras, tiene componentes fabricados en una pieza, lo que se traduce en mayor resistencia y durabilidad. En los proyectos donde son instaladas, se ahorra dinero y tiempo.
Pueden darse mayores garantías de durabilidad a menor costo, ya que sus largueros y travesaños, van encajados para soportar los estantes en sus puntales ranurados y solo se necesita de un buen martillo de goma o de cabeza de nylon para montar las estanterías.
Además, los puntales van ranurados para configurar los estantes en toda la longitud del almacén o hasta donde se necesite para mayor utilidad en las operaciones.
Para las cargas más pesadas, es importante seleccionar estanterías producidas con materiales como metal o melanina o melanina con aglomerado y configurar un equilibrio entre su altura, frente y fondo, para almacenar por pisos comunicados por pasillos y con acceso por escalera y pueda duplicar o triplicar la altura y el espacio, sin problema.
En el caso del sistema de almacenaje metálico, permite configurar bancos de trabajo, mesas y otras estanterías de uso específico para almacenar carritos del taller, neumáticos, botelleros y otros. También, tiene su versión con poco espesor para cargas ligeras y súper ligeras, increíbles en uso doméstico.